viernes, 4 de noviembre de 2011

Viernes, 21 de Noviembre de 1975

No estrenaré este cuaderno de un modo pausado. No dejaré dos páginas en blanco antes de ponerme a escribir. No me gusta perder el espacio/tiempo. Las inquietudes de un músico desconocido no inquietan a nadie, por eso escribiré mis pensamientos desde las más estricta incongruencia.

Odio a los parásitos de las emociones y a las ratas de laboratorio en fotos de universos mediáticos y finitos. Pero yo tan solo soy un tipo ingenuo…

Es probable que parte de este odio sea debido a mi escasez de carisma, que poniéndose en mi contra se dedica a revelar información sobre una montaña de puñales espalderos.

Realmente no creo que sea rencor. No todas las decepciones derivan en eso.

Solapamos impresiones y actitudes para no herir a los demás, cuando lo que pretendemos es que ese daño ajeno no afecte al nuestro propio. Un egoísmo de carnaval candidato al premio al mejor disfraz en el concurso anual de las fiestas populares de "Farolillo de la Sierra".

No me creo su movida. En realidad creo que nadie lo hace. En la cúspide del desfiladero grita esperando un eco que no retorna. El día que resbale y caiga, los dinosaurios estarán lejos, casi tan lejos como está ella de la certeza de trepar por mis costillas.

Mi día a día es un refrán castizo, imperturbable.

Yo se lo dije, pero…y quién soy yo?

Yo si lo sé.